En el mundo de la cocina, muchas veces se cocina “al ojo”, pero eso puede llevarnos a carnes secas, panes crudos por dentro o postres sobrehorneados. Usar un termómetro de cocina te permite controlar exactamente el punto de cocción de tus alimentos, mejorando tanto la textura como la seguridad alimentaria.
🔍 ¿Por qué es tan útil un termómetro?
- Evita carnes crudas o secas:
Cada tipo de carne tiene una temperatura interna ideal. Cocinarla sin pasarte garantiza jugosidad y sabor. - Asegura que los alimentos sean seguros:
Algunas carnes (como el pollo o el cerdo) deben alcanzar una temperatura específica para eliminar bacterias. - Mejor panadería y repostería:
Saber si un pan, un bizcocho o incluso un flan ha llegado a la temperatura justa mejora textura y resultado final. - Cocina profesional en casa:
¡Te da precisión! Como los chefs, puedes repetir resultados perfectos.

🌡️ Temperaturas ideales de cocción:
- Pollo (pechuga o muslo): 74 °C (165 °F)
- Carne de res término medio: 63 °C (145 °F)
- Pescado: 60 °C (140 °F)
- Pan casero: 93 °C (200 °F)
- Flan o cheesecake: 70–75 °C (160–167 °F)
👩🍳 Tip útil:
- Usa termómetros digitales de lectura rápida.
- Inserta en la parte más gruesa del alimento, sin tocar huesos ni bordes del molde.
- Limpia la sonda después de cada uso para evitar contaminación cruzada.
