Aunque muchas personas asocian el color amarillo intenso con un queso más fuerte o sabroso, la realidad es que la mayoría de los quesos amarillos obtienen ese color artificialmente. Y no necesariamente es algo malo: se trata de una práctica tradicional con base vegetal.

🌱 El secreto del color: el achiote o annatto

El colorante que se utiliza comúnmente en quesos como el cheddar, el americano o algunos tipos de gouda es el annatto, un pigmento natural que proviene de las semillas del achiote (Bixa orellana). Este tinte se ha utilizado desde tiempos precolombinos en América Central y del Sur, tanto en cocina como en rituales y cosméticos.

🐄 ¿Por qué colorean el queso?

  1. Estandarizar el color: La leche cambia de color según la dieta de las vacas. Durante el verano, la leche tiene más betacarotenos de los pastos verdes, y eso hace que el queso sea más amarillento. En invierno, la leche es más blanca. Para mantener un color uniforme en el producto final, se comenzó a teñir con achiote.
  2. Preferencias visuales: Con el tiempo, el queso amarillo se volvió más popular visualmente, y los consumidores lo relacionaron con quesos sabrosos o maduros, aunque no siempre sea el caso.
  3. Costumbre industrial: Hoy en día, muchos quesos industriales añaden este colorante por tradición y estética más que por necesidad.

¿Es malo el colorante de achiote?

No. El achiote es un colorante natural, seguro para el consumo humano. De hecho, también es usado en recetas como cochinita pibil, arroces, mantequillas y más.

Sin embargo, en productos ultraprocesados se pueden usar otros tintes artificiales (como tartrazina), así que siempre es recomendable revisar la etiqueta.

🧠 Dato curioso:

El color no afecta el sabor. Dos quesos idénticos —uno blanco y otro teñido con achiote— tendrán el mismo sabor si su proceso, ingredientes y curación son iguales.

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