¿Sabías que el auténtico queso parmesano solo se produce en ciertas regiones de Italia y que su elaboración sigue reglas estrictas? El Parmigiano Reggiano, conocido mundialmente por su sabor intenso y textura granulada, es un verdadero símbolo de la gastronomía italiana.
Regiones de producción
El Parmigiano Reggiano solo puede producirse en Parma, Reggio Emilia, Módena, Bolonia (al oeste del río Reno) y Mantua (al este del río Mincio). Esta denominación geográfica está protegida por ley, asegurando que cada rueda de queso cumpla con los estándares de calidad y tradición.
Proceso de elaboración
- Leche fresca de vacas locales: Se utiliza leche cruda de vacas alimentadas con pasto y heno de la región.
- Cuajo y fermentación natural: Cada lote sigue un proceso artesanal de coagulación y corte de la cuajada.
- Salado y maduración: Después del salado en salmuera, el queso se deja añejar mínimo 12 meses, aunque las versiones más finas pueden madurar hasta 36 meses.

Sabor y textura
El tiempo de maduración intensifica su aroma, sabor y textura: se vuelve más duro, con cristales de tirosina que aportan ese crujido característico. Su sabor es intenso, con notas de frutos secos, umami y un toque lácteo profundo.
Usos en la cocina
- Rallado sobre pastas, risottos o sopas.
- En tablas de quesos acompañado de frutas, nueces y miel.
- Como ingrediente en salsas, gratinados o ensaladas.
Conclusión
El Parmigiano Reggiano no es solo un queso: es tradición, paciencia y calidad concentradas en cada rueda. Respetar su origen y maduración garantiza la experiencia gastronómica auténtica que este queso italiano ofrece.
