El tomate: ¿fruta o verdura? La respuesta depende de a quién le preguntes

El tomate es uno de los ingredientes más comunes en cocinas de todo el mundo. Lo usamos en ensaladas, guisos, salsas, pizzas y cientos de recetas más. Pero… ¿sabías que botánicamente hablando, el tomate es una fruta?

Sí, aunque lo asociamos con las verduras, el tomate cumple con todas las características científicas de una fruta. Según la botánica, una fruta es la parte de la planta que se desarrolla a partir del ovario de una flor y contiene semillas. Bajo esta definición, los tomates, al igual que los pepinos, calabazas y pimientos, son técnicamente frutas.

Entonces, ¿por qué lo tratamos como verdura?

La respuesta tiene que ver con el sabor y la forma en que lo usamos. En la cocina, los ingredientes se clasifican más por su perfil de sabor y su uso en recetas que por su definición científica. Como el tomate no es dulce y se utiliza en platillos salados, cultural y culinariamente se le ha asignado el rol de “verdura”.

El caso que llegó a la Corte Suprema

Este dilema no es solo una curiosidad moderna. En 1893, en Estados Unidos, la Corte Suprema tuvo que resolver si el tomate debía considerarse legalmente una fruta o una verdura. La razón era económica: las verduras estaban sujetas a impuestos de importación, mientras que las frutas no. El fallo determinó que, a pesar de ser una fruta en términos botánicos, el tomate debía clasificarse legalmente como verdura debido a su uso culinario. Un claro ejemplo de cómo el contexto puede cambiar la etiqueta de un alimento.

¿Y qué hay de su valor nutricional?

Más allá de esta clasificación, lo importante es que el tomate es un alimento muy saludable. Es bajo en calorías, rico en agua, vitamina C, potasio y antioxidantes como el licopeno, conocido por su efecto protector contra enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Conclusión

El tomate es el perfecto ejemplo de cómo el lenguaje de la ciencia y el de la cocina pueden diferir. Técnicamente es una fruta, pero en nuestra cultura y gastronomía lo tratamos como una verdura. Lo interesante es cómo este pequeño fruto rojo logra unir ambos mundos: el de la botánica y el del sabor. La próxima vez que cortes un tomate, ¡sabrás que hay mucho más detrás de esa piel roja!

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