¿Sabías que la albahaca fresca es una hierba extremadamente delicada y que guardarla en el refrigerador puede hacer que se marchite rápidamente? 🌱❌ Muchas personas cometen el error de almacenarla junto con otras hierbas como el cilantro o el perejil, sin saber que la albahaca es mucho más sensible a las bajas temperaturas. Cuando se exponen al frío del refrigerador, sus hojas pueden volverse negras, perder su aroma y textura, e incluso desarrollar un aspecto húmedo y pegajoso.
Para evitar que esto ocurra y mantener la albahaca fresca por más tiempo, lo mejor es tratarla como si fuera un ramo de flores. 🥀💧 Colócala en un vaso o frasco con agua, asegurándote de que los tallos estén sumergidos, y déjala a temperatura ambiente en un lugar fresco, pero sin luz solar directa. Este método mantiene su frescura y evita que se marchite en cuestión de días. Además, puedes cubrirla ligeramente con una bolsa de plástico para ayudar a conservar su humedad sin que se deshidrate.

Si buscas una solución a largo plazo, puedes congelarla en cubos de hielo con aceite de oliva. 🧊🥄 Solo tienes que picar la albahaca, colocarla en una cubitera, agregar aceite y congelar. De esta manera, tendrás porciones listas para agregar a guisos, salsas o aderezos en cualquier momento. Otra opción es triturarla con un poco de aceite y almacenarla en un frasco hermético en el congelador, lista para usar en tus platillos favoritos.
Con estos sencillos consejos, evitarás que la albahaca se marchite rápidamente y podrás disfrutar de su increíble aroma y sabor por mucho más tiempo. Así que la próxima vez que compres albahaca fresca, olvídate del refrigerador y usa estos trucos para que siempre esté lista para darle un toque especial a tus recetas. 🌿🍽️
