Las setas son uno de los ingredientes más apreciados en la cocina por su textura única y su capacidad para potenciar sabores. Sin embargo, un error común al manipularlas es lavarlas bajo el grifo, lo que afecta su calidad.

Las setas y su estructura esponjosa

A diferencia de otros vegetales, las setas tienen una estructura porosa, muy similar a una esponja. Esto significa que absorben agua con gran facilidad. Al estar empapadas, no solo cambian su textura, sino que pierden parte de su sabor y se vuelven difíciles de dorar en la sartén.

El método correcto de limpieza

  1. Retira la suciedad superficial con un trapo limpio y húmedo.
  2. Si la seta tiene restos de tierra más firmes, utiliza un cepillo suave de cocina.
  3. Para manchas más persistentes, un paño bien escurrido es suficiente.
  4. Solo en casos extremos se recomienda enjuagarlas rápidamente y secarlas al instante con papel absorbente.

Ventajas de limpiarlas en seco o con un paño húmedo

  • Conservan mejor su textura firme.
  • Se doran de manera más uniforme en la sartén.
  • Mantienen su sabor intenso y natural.
  • Se evitan tiempos de cocción prolongados por exceso de agua.

Conclusión

Si quieres preparar setas salteadas, al ajillo, en risottos o en guisos, recuerda este detalle clave: no las laves bajo el chorro de agua. Un simple trapo húmedo es suficiente para mantener su pureza y aprovechar al máximo su potencial gastronómico.

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