Las setas son uno de los ingredientes más apreciados en la cocina por su textura única y su capacidad para potenciar sabores. Sin embargo, un error común al manipularlas es lavarlas bajo el grifo, lo que afecta su calidad.
Las setas y su estructura esponjosa
A diferencia de otros vegetales, las setas tienen una estructura porosa, muy similar a una esponja. Esto significa que absorben agua con gran facilidad. Al estar empapadas, no solo cambian su textura, sino que pierden parte de su sabor y se vuelven difíciles de dorar en la sartén.
El método correcto de limpieza
- Retira la suciedad superficial con un trapo limpio y húmedo.
- Si la seta tiene restos de tierra más firmes, utiliza un cepillo suave de cocina.
- Para manchas más persistentes, un paño bien escurrido es suficiente.
- Solo en casos extremos se recomienda enjuagarlas rápidamente y secarlas al instante con papel absorbente.

Ventajas de limpiarlas en seco o con un paño húmedo
- Conservan mejor su textura firme.
- Se doran de manera más uniforme en la sartén.
- Mantienen su sabor intenso y natural.
- Se evitan tiempos de cocción prolongados por exceso de agua.
Conclusión
Si quieres preparar setas salteadas, al ajillo, en risottos o en guisos, recuerda este detalle clave: no las laves bajo el chorro de agua. Un simple trapo húmedo es suficiente para mantener su pureza y aprovechar al máximo su potencial gastronómico.
