Chips de kale y otras hojas verdes: el snack saludable que necesitas probar
Cuando pensamos en snacks, muchas veces se nos viene a la mente algo crujiente, salado y… ultra procesado. Pero eso no tiene que ser así. Con un poco de creatividad, puedes transformar ingredientes simples y naturales en una botana deliciosa y mucho más nutritiva. Uno de los mejores ejemplos son los chips de kale, o de cualquier hoja verde que tengas a la mano.
¿Por qué kale?
El kale es un superalimento rico en fibra, antioxidantes, vitamina C, K y calcio. Su textura firme y sus hojas rizadas lo hacen ideal para hornear hasta que quede crujiente, sin perder su valor nutritivo. Pero si no tienes kale, también puedes hacer estos chips con acelga, espinaca, hojas de mostaza o betabel.
Ingredientes:
- Hojas verdes (kale, acelga, espinaca, etc.)
- Aceite de oliva extra virgen
- Sal al gusto
- Opcional: ajo en polvo, levadura nutricional, paprika, curry, limón rallado
Instrucciones:
- Lava y seca bien las hojas. Este paso es clave. Si están húmedas, no quedarán crujientes.
- Retira los tallos gruesos. Solo usamos la parte más tierna de las hojas.
- Colócalas en una charola para hornear con papel encerado o una base de silicón.
- Agrega un poco de aceite y condimentos al gusto. Mezcla con las manos para que queden bien cubiertas.
- Hornea a 160–170 °C por 10 a 15 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo. Vigílalas, ya que se pueden quemar rápido.
- Déjalas enfriar. Al salir del horno estarán un poco suaves, pero se pondrán más crujientes al enfriar.

Tips extra:
- Hazlas en freidora de aire si quieres ahorrar tiempo. Tardan unos 5–7 minutos a 160 °C.
- Guárdalas en un frasco de vidrio hermético para que se mantengan crujientes por más tiempo.
- Puedes experimentar con sabores dulces: prueba con un toque de miel y canela para una versión distinta.
Beneficios:
- Sin frituras ni aditivos
- Bajos en calorías, pero ricos en nutrientes
- Fáciles de preparar
- 100% personalizables al gusto
- Aprobados por niños y adultos
Conclusión:
Estos chips son perfectos para quienes buscan una alternativa saludable a los snacks comerciales. No necesitas ser chef ni gastar mucho para cuidarte y comer rico. Así que la próxima vez que tengas hojas verdes en el refri, ¡no las dejes morir! Convierte tu cocina en un espacio creativo y saludable con esta receta simple pero poderosa.
